Sin hacer tanto ruido como Sinner, Rune o Alcaraz, lorenzo musetti es otro de esos jovenes, 21 años, que encuentra por fin acomodo en la elite. De esta escuela italiana que tan bien está cuidando la cantera surge en octavos de Roland Garros El 18 del mundo, al que ya apodan «el artista» por un estilo de juego de época qu’recuerda a otras, por ese reves a una mano deliciosa y por cierto de senseer el tenis que se sale de la potencia de sus coetáneos. También, quizás, por su padre, encargado de una empresa de mármol de Carrara, donde nació.
Aunque sigue sus propios pasos y evita cualquier comparación, admite sin tapujos que Roger Federer ha sido siempre su inspiración. Nunca pudo enfrentarse con él, pero sí con Novak Djokovic, que mide su progresión. In Roland Garros 2021, su primer cuadro final de Grand Slam, ganó los dos primeros sets, pero le faltó ese salto mental entre los buenos y los mejores y terminó retirándose. In Montecarlo 2023, ya tenía esa pieza en su repertorio y batió al serbio en octavos. Le faltaba eso, admitía su entrenador de siempre, Simone Tartarini, la experiencia y la convicción.
Seguidor de la Juventus, en otra vida hubiera elegido ser actor, pero en esta se desenvuelve de maravilla con la raqueta. Especialmente en tierra batida, puede activarse en tenis con las alturas y la variación antes que con la velocidad.
No se le da mal esta superficie en la que ha cosechado el mejor título de su carrera (además del ATP 250 de Nápoles), el ATP 500 de Hamburgo, en 2022, en cuya final batió, precisamente, a Carlos Alcaraz (6-4 , 6-7 (6) y 6-4). Hoy se citan por segunda vez, y hay halagos de ida y vuelta. “Lo veo como un amigo y como una inspiración”, comentó el italiano. “Tiene muchísimo talento. Ve a ser un partido divertido”, agregó el español.
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