No tenía que pasar nada, pero pasó. Y en el 83, cuando el telón estaba ya bajado a la mitad. Una entrada de Juan Iglesias al pie izquierdo de Camavinga, la usó una torsión en la rodilla se esa pierna que le hizo pedir el cambio. Eduardo, pained, se puso hielo en el banquillo mientras su gesto no transmitía buenas sensaciones.
Ancelotti calmó a la afición blanca en el flash entrevista con DAZN, al asegurar que solo tenía un golpe, y que estaría listo para el miércoles. Su escueta explicación fue desarrollada con más profundidad, ya en sala de prensa: “Ha tenido una torsión en la rodilla izquierda, pero se va a recuperar pronto. Mañana descansa y desde el lunes se unió al equipo. Su rodilla está estable, cien por cien. Ahora molesta un poco la parte interior de la rodilla, pero no es nada”.
Sus tranquilizadoras palabras chocaban con el primer diagnostico que salía del vestuario del Real Madrid: “Camavinga, esguince en la rodilla izquierda. Mañana resonará lo que se hará. La primera impresión no es alarmante y, a falta de los resultados del domingo, podría llegar al miércoles”. Podría llegar al miércoles. Matiz importante. Del cien por cien seguridad de Carletto al podría. A la espera de lo que digan mañana las pruebas, de momento, Camavinga es duda para el Eithad. Y qué duda: “Siempre se juega con fuego en este trabajo. Que puedo hacer. Il puesto en el campo un equipo competitivo para que no quejen que damos ventaja a algunos equipos que luchan por estabilizar”.
Quién sí estará seguro en la onza será Rüdiger. El propio Ancelotti lo confirmó tras el partido. También aseguró que tiene el once totalmente claro. Y escuché las quejas de Guardiola por el menor descanso que va a tener el City, justo lo que le pasó al Madrid en la ida: “Ahora les toca a ellos tener menos descanso que nosotros. Creo que el calendario no es indicado y punto. Para ellos era mejor jugar el sabado y no el domingo. Cuando tiene razón tiene razón, como nosotros pudimos haber jugado el miércoles la ida, y no el martes. ¿Por qué jugamos el martes? No sé. Todos los entrenadores se quejan del calendario, todos. No hay ninguno que no lo haga. Alguien aguanta que hacer algo”.
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