Dusko Ivanovic (Montenegro, 66 años) fue nombrado este lunes nuevo técnico del Baskonia tras el despido de Joan Peñarroya, que llevaba semanas en el alambre tras los malos resultados del equipo vitoriano, sobre todo en Euroliga, tan solo una victoria en cinco partidos. El balcánico llega a la capital vasca tras desvincularse del Estrella Roja de Belgrado el pasado 21 de octubre y esta será la cuarta vez que entrene al equipo.
Necesitaba un revulsivo el Baskonia, no funcionaban las jugadas en un conjunto plagado de talento (Markus Howard, Chima Moneke, Matt Costello) que sufrió una dura derrota el domingo ante el recién ascendido Andorra (85-68), la quinta consecutiva entre ACB y Euroliga. La situación provocó que la directiva de los vitorianos rescindiese el contrato de Peñarroya y, para encontrar sustituto, solo tuvo que echar la mirada para atrás.
Concretamente a noviembre de 2021, momento en el que Ivanovic cerró su tercera etapa como técnico del conjunto, cuando fue despedido por la los malos resultados pese a que solo unos meses antes había ganado la liga tras imponerse al Barcelona. De hecho, en diciembre de 2018, llegó en una situación similar, con el equipo roto, y en tiempo récord consiguió devolverle el título de la ACB tras una década de sequía. Epopeya difícil de repetir, pero parece que no hay barco que el montenegrino no pueda reflotar.
La prensa vasca no duda en nombrar a Ivanovic como mejor entrenador de la historia del equipo, con un palmarés reluciente bajo su mando (tres ligas ACB, cuatro Copas del Rey y una Supercopa) y con 11 años de experiencia en su banquillo. Además, su fama de sargento de hierro parece la adecuada para motivar y exprimir a una plantilla que no ha rendido como se esperaba. Aunque, como todo en la vida, hay dos caras de la misma moneda.
Cuando el técnico llegó al Estrella Roja hace un año, se filtró el primer entrenamiento al que había sometido a los del Belgrado, unas cinco horas de trabajo físico infernal, de cinco de la tarde a diez de la noche. Y en un movimiento muy poco habitual en el deporte de élite, varios jugadores que habían estado bajo su mando dieron validez a las informaciones en las redes sociales.
Entrenamiento militar
«Llegábamos a las 11 de la mañana, a las 12 empezábamos a correr media hora, luego pesas durante 30/40 minutos, dos horas de entrenamiento, tratamiento y ducha otros 30-40 minutos. Suma eso… no es una broma», escribió en su día el base norteamericano Wade Baldwin, que coincidió con Dusko en el Baskonia en la 2020-21. «¡Te olvidas de los 40-50 minutos de sesión de vídeo!», respondió el italiano Simone Fontecchio.
Pero, sin duda, el relato más duro fue el del canadiense Nik Stauskas. ««Jugué para él en Baskonia y realmente me sentí como si estuviera en un campamento militar todos los días. Me quitó toda la diversión del baloncesto. Su ideología es retrógrada en el sentido de que si pierdes, lo ve porque no trabajaste lo suficiente y, por lo tanto, te castiga corriendo al día siguiente. Él es la única razón por la que me niego a volver a jugar en Europa», aseguró el jugador.
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