El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha insistido en que Ucrania tiene derecho a atacar objetivos militares en territorio ruso para defenderse de la agresión del Kremlin. ”Muchos aliados han dejado claro que aceptan que Ucrania use las armas que ha recibido para defenderse, incluso atacando objetivos militares dentro de Rusia; especialmente cuando esas instalaciones militares se utilizan para atacar y dirigir ataques desde suelo ruso. Todos esperamos que esto se haga de acuerdo con el derecho internacional y de manera responsable”, ha dicho Stoltenberg en Praga, la capital de República Checa, antes de la reunión de ministros de Exteriores de la Alianza Atlántica donde se hablará principalmente de Ucrania.
La situación en el este de Ucrania, donde Rusia ha abierto un nuevo frente de batalla y asedia Járkov es crítica. Ante la presión de varios de los aliados de la OTAN y de Kiev, Estados Unidos ha abierto la mano para permitir que Ucrania ataque artillería, bases de misiles y centros de mando en suelo ruso con el armamento que le suministra.
La decisión de Washington, aunque es limitada y se suscribe solo a la zona desde donde se lanzan ataques sobre Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, es un salto importante en la política que el mayor aliado de la OTAN mantiene para Ucrania, y puede incentivar a otros, todavía reticentes o poco claros, a que hagan lo mismo.
Ese viernes, la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, ha deslizado que su país también avala que el ejército de Kiev use armamento alemán contra las líneas rusas desde las que se lanzan ataques contra Ucrania. “El derecho internacional es claro, los ataques se pueden repeler “, ha apuntado Baerbock en Praga. “Cuando los Estados son atacados no solo tienen derecho a defender su país sino el deber de proteger a su población”, ha añadido. Francia, el Reino Unido y Polonia ya permiten a Ucrania atacar objetivos militares en Rusia y líneas logísticas con el material que le suministran.
Otros aliados, como Italia, se han pronunciado en contra. Sin embargo, no está claro si el tipo de material que suministra Italia sería efectivo, en realidad, para ese tipo de ataques. El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ha remarcado este viernes que el uso del material español —en su mayoría defensivo— contra las tropas del Kremlin en Rusia no está sobre la mesa porque Kiev no lo ha pedido. “Esta solicitud no se ha producido por tanto el material que estamos entregando es para que Ucrania pueda defenderse y defender su territorio”, ha dicho en la capital checa.
Ucrania y sus aliados se preparan para una guerra larga y Kiev, con el fracaso de la contraofensiva del año pasado, ha perdido la iniciativa que ahora mantiene Rusia, que además ha preparado su economía para la guerra. De ahí que la OTAN se esté preparando para consolidar medidas de apoyo económico, político, diplomático y militar a medio y largo plazo para Ucrania. Fórmulas que se formalizarán en la cumbre de Washington, en julio —donde la Alianza no emitirá una invitación formal a Kiev para que entre en la organización, pero señalará que su camino hacia ella es “irreversible”— y que buscan un sostén a prueba de retos como la posible vuelta a la presidencia estadounidense de Donald Trump.
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