Fallido intento de tumbar el caso Brodie. La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Majadahonda (Madrid), Delia Rodrigo, ha dictado un auto en el que rechaza de plano el intento del abogado Tomás González Cueto, asesor jurídico externo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y hombre de máxima confianza de Luis Rubiales cuando este era presidente, de anular algunas piezas claves del sumario. Entre ellas, las intervenciones telefónicas a los principales implicados, incluido él, así como varias diligencias derivadas de las mismas, como la entrada y registro de los domicilios, donde se intervinieron numerosos dispositivos electrónicos; algunos informes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil e, incluso, las propias detenciones de marzo. La magistrada considera, sin embargo, que aquellas escuchas se ajustaron plenamente a la legalidad, además de considerarlas una injerencia “necesaria” del secreto de las comunicaciones para corroborar los indicios recogidos hasta entonces y poder “continuar con la investigación” sobre la trama que supuestamente saqueó la RFEF durante la presidencia de Rubiales (2018-2023) mediante el presunto amaño de contratos, según se recoge en el auto al que ha tenido acceso EL PAÍS.
En su recurso ahora rechazado, González Cueto consideraba que el auto dictado por la jueza el pasado 24 de enero para autorizar los pinchazos telefónicos, cuando la causa aún era secreta, no estuvo suficientemente motivado por la magistrada y, por tanto, estos eran nulos. Por ello, también reclamaba que toda la información conseguida gracias a ellos por la Guardia Civil no se pudiera utilizar en el sumario y las diligencias derivadas de ella fueran también anuladas. La magistrada rechaza, en auto dictado el martes y conocido este jueves, la argumentación esgrimida por la mano derecha de Rubiales al considerar que, si bien el auto que los autorizó se remitía básicamente al oficio de la UCO en el que solicitaba la medida y al informe de la Fiscalía apoyando la medida para el auto, este recogía “los indicios objetivos bastante justificativos de la medida acordada”. En su resolución judicial, la jueza insiste en que la medida se tomó “tras varios meses de investigación y tras el estudio de la documentación intervenida”. Por todo ello, concluye que “no se aprecia que concurra causa de nulidad en el auto recurrido, por lo que el recurso de reforma debe ser desestimado. Corolario de lo anterior es que tampoco procede decretar la nulidad de las medidas de intervención que se derivan del referido auto, ni procede la expulsión del procedimiento de los oficios policiales, ni se puede decretar la nulidad de la detención del recurrente”, añade. La decisión aún puede ser recurrida.
Las escuchas incorporadas al sumario de la Operación Brodie aportaron numerosa información sobre el presunto amaño de contratos de la RFEF, entre ellos el de la remodelación del estadio de La Cartuja de Sevilla, ejecutada en 2021, o el que ha llevado los partidos de la Supercopa de España a Arabia Saudí. Además, también sacaron a la luz los recelos, desacuerdos y reproches que surgieron entre los presuntos implicados una vez que Rubiales dimitió como presidente de la federación el pasado 10 de septiembre tras ser encausado por el beso no consentido a la futbolista Jennifer Hermoso. De hecho, al día siguiente del auto que autorizaba los pinchazos teléfonicos, los investigadores intervinieron una conversación al propio González Cueto en la que este se sinceraba con su interlocutora y cargaba contra el entonces ya expresidente del organismo “Este cuando va por ahí, lo único que quiere es dar palos. No se ha planteado trabajar, sino dar palos… pero no de 15 o 20.000 euros, sino de 200.000 para arriba, ¿sabes?, porque dice que él necesita 100.000 euros al mes. Es que dice unas cosas. De verdad, está como una puta cabra”, aseguraba.
El 21 de febrero González Cueto informaba en otra conversación telefónica a Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, de un incidente que había tenido con el expresidente de la federación: “Me dijo que hiciera una cosa que era ilegal y yo no podía hacérsela y se lo dije […]. Es acojonante, con lo que nos la hemos jugado todos en su momento.” En otra ocasión, el abogado, al que los investigadores atribuyen en sus informes un gran poder en el organismo por su cercanía con Rubiales, volvía a criticar la obsesión de este por el dinero al hablar de un proyecto en Arabia Saudí: “Y lo primero que dice es que él quiere un kilo [millón de euros] para él […]. Está a dar el palo y la gente ya no le aguanta, ya no le tolera”. El propio expresidente de la RFEF también criticaba en las conversaciones intervenidas al que había sido su hombre de confianza. “Tomás [González Cueto], cuando entra en la Federación conmigo tiene un despacho con seis abogados y ahora tiene un despacho de veintitantos abogados. Tenía un despacho que facturaba 500.000 euros y ahora tiene un despacho que factura tres millones de euros”, aseguraba a un interlocutor.
Puedes seguir a EL PAÍS Deportes en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.
Más historias
Diplomacia deportativa: un nuevo puente entre Italia y Argentina
La incertidumbre de Ricky Rubio: Futuro y rescisión histórica
Enrique Galindo lidera el equipo latinoamericano de Turismo Deportivo