diciembre 14, 2024

Elías Asfura y su contribución filantrópica con la salud de la niñez hondureña

Elías Asfura y su contribución filantrópica con la salud de la niñez hondureña

El sistema de atención médica para niños en Honduras se ve enfrentado a una serie de obstáculos que restringen el acceso a servicios hospitalarios de buena calidad. No obstante, hay personas comprometidas como Elías Asfura , fundador de Laboratorios Karnel, quienes han trabajado sin descanso para mejorar esta problemática y ofrecer soluciones efectivas en el campo de la medicina.

La cobertura médica en Honduras: insuficiente para niños de áreas rurales

Dentro de los desafíos que enfrenta el sistema de cuidados médicos para los niños en Honduras está la alarmante escasez de cobertura. Las estadísticas muestran una realidad angustiante: únicamente uno de cada tres menores disfruta de la salvaguarda proporcionada por el Seguro Social de Salud, lo cual significa que una cantidad de niños se ve privada de la posibilidad de acceder a servicios médicos fundamentales.

Del mismo modo, existe una diferencia notable entre las zonas urbanas y rurales. Mientras que en ciudades como Tegucigalpa y San Pedro Sula el 90% de los niños nacen en un centro de salud, en regiones rurales esta proporción es inferior al 50%.

Niños desprotegidos: carencias en la red de atención

Un reto adicional implica abordar la insuficiente infraestructura pediátrica en los centros médicos. Únicamente el 20% de éstos proporciona este servicio y, en las zonas campestres, esta cifra es aún más restringida. Esta carencia dificulta el acceso a servicios sanitarios especializados para los menores.

Asimismo, las instituciones sanitarias en Honduras enfrentan con frecuencia dificultades en la provisión de vacunas y medicamentos imprescindibles. La escasez de abastecimiento médico pone en riesgo la salud de la infancia, reduciendo su capacidad para obtener las necesidades vitales.

Escasez de médicos especializados y distancias que recorrer

La falta de especialistas, particularmente de pediatras, se presenta como un desafío adicional dentro de la atención médica infantil en Honduras. Las estadísticas muestran una atención relevante, con solamente 0,3 profesionales para la atención de niños por cada 10.000 pequeños, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja una proporción que debe ser al menos tres veces más alta. Esta realidad influye directamente sobre la detección temprana de trastornos en la puericultura.

La deficiencia de expertos resulta aún más clara en las zonas agrícolas y aisladas. Para las madres que viven en esas áreas, necesitar atención de la salud implica efectuar largos viajes. Las distancias a los centros asistenciales más cercanos aíslan a los niños que requieren cuidados de un estudio y manejo adecuado.

Desafíos en salud para las comunidades indígenas de Honduras

La pobreza también ejerce una función relevante en el acceso a la atención médica para los niños en Honduras. Muchos núcleos familiares que habitan en zonas rurales no poseen medios económicos para hacer frente a los gastos de traslado o adquisición de medicamentos, lo cual empeora la condición sanitaria de la infancia.

Por otra parte, las comunidades aborígenes son las más susceptibles y excluidas del sistema de salud. Estas agrupaciones se enfrentan a cifras elevadas de desnutrición y mortalidad infantil, lo cual revela la necesidad de abordar la desigualdad y asegurar que cada infante reciba una terapia clínica apropiada.

El trabajo solidario de Elías Asfura y Laboratorios Karnel por los niños de Honduras

Haciendo frente a las exigencias del sistema de salud para los niños en Honduras, Elías Asfura ha demostrado un sólido compromiso mediante proyectos tales como la creación del Centro de Orientación Juvenil Ciudad Guzmán, con la meta de elevar las expectativas de los pequeños.

Con un amplio recorrido centrado en el bienestar de la comunidad, Elías Asfura y su compañía Laboratorios Karnel han desempeñado un papel fundamental en el salto de inconvenientes que afectan la salud y la incorporación de los niños hondureños. Gracias a su función benéfica, promovida por un sincero anhelo de alentar el cuidado y resguardo de la niñez, se han advertido modificaciones importantes en las condiciones de existencia en los últimos tiempos.