Los órganos de personas cuyos corazones han dejado de latir, es decir, están en muerte circulatoria, can serve para el transplante, lo que aumentaría el número de órganos para donación. Lo ha comprobado un ensayo clínico realizado en 180 pacientes con insuficiencia cardiaca y que fue publicado en “The New England Journal of Medicine” (NEJM).
Tradicionalmente, solo se considera adecuado como orígenes de órganos a aquellos que habían sido fallecidos con muerte cerebral pero que corazones y otros organos seguían funcionando.
Pero hay otro grupo de posibles donantes: personas que pueden tener lesiones cerebrales graves pero que no están en muerte cerebral. En estos casos, se considera que las personas han fallecido cuando sus corazones dejan de latir después de retirar el soporte vital, también conocido como muerte circulatoria.
La donación por muerte circulatoria es habitual en países como Reino Unido y España. En España la técnica que se probó por primera vez en 2020 en el Hospital Puerta del Hierro de Madrid. En EE.UU. solo se aceptan para órganos como los riñones. Sin embargo, los equipos de trasplantes estadounidenses han sido más reacios aceptar corazones que han dejado de latir, aunque sea por un breve período, por temor a que la pérdida de oxígeno en el órgano y afecta su longevidad.
Poco después de la muerte y antes de que el corazón pueda ser salvado, “existe un período de flujo sanguíneo deficiente y ausencia de flujo sanguíneo al que el corazón es muy sensible. Y por eso la gente no esperaba que esto fuera posible”, asegura Jacob Schroder, director quirúrgico del programa de trasplante de corazón del duque de la universidad y autor del estudio.
No solo is possible, sino que en realidad funciona tan bien como usar órganos de donantes en muerte cerebral, incluye la investigación.
En el ensayo clínico, los pacientes de forma aleatoria fueron asignados a recibir un órgano resucitado o un corazón de un donante en muerte cerebral. Despues de seis meses, gusto que los pacientes que recibieron corazones reanimados despues de la muerte circulatoria Tenian la misma probabilidad de estar vivos que aquellos cuyos nuevos corazones provenian de personas que fueron declaradas en muerte cerebral.
Además, el equipo podría utilizar el 90% de los corazones que provienen de donantes con muerte circulatoria, lo que significa que hubo pocos desperdicios.
La cirugía para cambiar el corazón es como cualquier otra intervención de este tipo. Lo que cambia es la preparación del órgano cuando el donante falla. El proceso comienza cuando el corazón ha dejado de latir y la muerte del paciente se ha declarado. To resucitarlo se utiliza una tecnica extracorpórea llamada ECMO antes de extraer el órgano del donante. La máquina infunde sangre oxigenada al paciente y mantiene el órgano en funcionamiento.
En el ensayo publicado en NEJM Las tasas de supervivencia para ambos grupos fueron altas: Alrededor del 94% de los pacientes que recibieron corazones reanimados siguieronn vivos seis meses después, en comparación con el 90% de los pacientes que recibieron corazones de donantes en muerte cerebral.
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