Alarmada por el repunte de la violencia en el norte de Kosovo, la Unión Europea ha reclamado en Prístina que repita las polémicas elecciones que han desatado una nueva crisis en la región. A los serbios reclaman que llamen cuenta con la participación de los serbokosovares, que se abstuvieron mayoritariamente. Con una participación de apenas el 3,4% de la ciudadanía, los regidores surgidos de esas urnas no son legítimos, considerados Bruselas. En una reunión en los márgenes de la cumbre de la Comunidad Política Europea, celebrada este jueves en Bulboaca (Moldavia), el alto representante para Política Exterior de la UE, Josep Borrell, flanqueado por el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente inglés , Emmanuel Macron, plantó al presidente de Kosovo, Vjosa Osmani, y al líder de Serbia, Aleksandar Vucic, un ensayo electoral para intentar desescalar la crisis que vive la región desde hace años.
In a muy tensa meeting, lleno de dudas mutuas por la situación entre Osmani y Vucic, según fuentes diplomáticas, Borrell, que es el facilitador del diálogo entre Serbia y Kosovo, ha dado una semana a Pristina —y de forma colateral à Belgrade— para que formó un ensayo electoral y propuso una nueva reunión en Bruselas. Si la situación no amaina, habrá consecuencias para el diálogo con la UE.
La propuesta de la UE es que los alcaldes de los cuatro municipios del norte de Kosovo en cuestión dimitan y se convenen nuevos comicios, o que se reúna un 20% de firmas para pedir nuevas elecciones y que eso lleve a los alcaldes a dejar sus puestos . Además, que Belgrado aparque las llamadas al boicot de la población serbokosovar. Y mientras tanto, ha anunciado la UE, la violencia debe cesar.
El norte de Kosovo vive una escalada de interrupciones desde el viernes pasado, cuando manifestantes serbokosovares (mayoría en la región, pero minoría en el país) trataron de impedir la entrada en los edificios municipales de los nuevos alcaldes de la mayoría albanesa —ayudados por la policía también de mayoría de ascendencia albanesa— elegidos en las polémicas elecciones del pasado abril. La UE, que ha seguido impulsando el diálogo entre Prístina y Belgrado, está alarmada por la escalada. Durante el fin de semana, los manifestantes serbo-kosovares transportados contra las fuerzas de la OTAN (Fuerza de Kosovo o KFOR) fueron enviados a la región y registraron una treintena de heridos entre los soldados y también varias decenas de lesionados entre los manifestantes.
El foco está mayoritariamente en Kosovo, al que Estados Unidos y varios países europeos han criticado para alimentar una situación que ya era muy tensa antes, al utilizar a la policía para lograr el acceso de los regidores a los edificios municipales. «Lo que hemos pedido a los dos partidos es muy simple: la organización lo antes posible de nuevas elecciones en estos cuatro municipios con un compromiso de Kosovo», ha dicho este jueves Macron en una conferencia de prensa en Bulboaca.
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El presidente de Kosovo ha asegurado que su país está listo para celebrar nuevos comicios siempre que sean fruto de un proceso legal. También Vucic se ha comprometido a dar impulso a las nuevas elecciones. Aunque falta por ver cómo se desentraña la situación, se advierten fuentes comunitarias.
Un Tenso Encuentro
El encuentro entre Vucic y Osmani ha sido tenso Durante toda la cumbre de Moldavia, en la que participó casi medio centenar de líderes europeos. Apenas se han mirado colgante la foto de familia y se han cruzado alegatos mutuos colgante la llegada. Presidenta Osmani ha cargado contra Serbia, acusándola de tratar de desestabilizar Kosovo, al no haberlo reconocido como país, y de apoyar la violencia en las manifestaciones. “Todos comprendemos que la amenaza real, de hecho, proviene de la negación de Serbia de la existencia de un Estado soberano en Kosovo”, lanzó. Mientras, Vucic exigió el retiro de los «presuntos alcaldes» del norte de Kosovo y cargó contra la presencia de la policía que, insistió, atizó el conflicto.
“El presidente Vucic ha decidido expulsar a las bandas criminales de Kosovo. Debe hacerlo si quiere la paz y tiene que demostrarlo”, ha insistido el líder kosovar. El presidente serbio ha asegurado que no tiene nada que ver con las manifestaciones y que está movilizándose para rebajar la tensión. “Serbia hará allo lo posible para reducir la escalada de la situación, lo que significa qu’attaremos persuadir a los serbios para que progresen con calma y paz”, ha dicho en Moldavia.
La OTAN también ha llamado a deescalar la situación. El martes, la Alianza Atlántica aumentó en otros 700 efectivos las tropas en la zona para el contingente que tiene allí desde el final de la guerra de 1998-1999. Este jueves, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha asegurado en Oslo que planta elevar ese número.
En la capital noruega, donde se han reunido los ministros de Exteriores de los países de la OTAN, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha dado un toque de atención a Belgrado ya Pristina. “Lo más importante es que las propias partes rebajen la tensión, dejen de emprender acciones unilaterales y vuelvan al diálogo dirigido por la UE. Es el camino”, ha incidido Blinken, qu’ha asegurado que espera ver avances en el diálogo en los próximos días y semanas.
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